lunes, 3 de diciembre de 2007
“Dentro del ICAIC nada, fuera del ICAIC todo”
foto: Rene Francisco Rodriguez
Hace unos años atrás esta afirmación sería impensable, al menos para mí. Hoy, desgraciadamente, encierra un estado de ánimo que aunque doloroso, resume la esencia sobre la relación actual entre algunos artistas y las instituciones culturales cubanas, no solo el ICAIC. Parece que intentar mejorar nuestra realidad y plantear problemas con honestidad plena, nunca más será necesario.
En reiteradas ocasiones he pensado que sólo hay una respuesta digna por parte de las instituciones culturales sobre Fuera de Liga: Una contestación pública explicando los motivos de su veto o una exhibición abierta en las salas de cine. La ambigüedad no es propia de nuestra idiosincrasia, hasta donde creo conocer.
Después de cinco años intentando revertir la censura de este documental producido por el ICAIC, el juego anda como cuarenta cartas mías, por cero de las instituciones. Decenas de argumentos míos por ninguno de las instituciones. Exceso de transparencia de mi parte por “ocultos intentos de consenso” de las instituciones. Cientos de opiniones de intelectuales y ninguna respuesta pública de las instituciones.
Todos hemos podido comprobar que el apoyo a la exhibición de Fuera de Liga es masivo y unánime por una gran parte de los intelectuales y el público cubanos. Aún así, continúa el mutismo de quienes tienen que tomar una decisión definitiva.
Hasta este momento, mi premio mayor ha sido que miles de cubanos ya tienen una opinión propia sobre este filme y no se quedaron inmóviles ante los que hasta ahora los subestimaron. Ha sido un proceso natural. Sin trucos ni prepotencia. Sin circos ni amenazas. Con la claridad y la confianza en nuestra cultura.
Confieso que estos casi dos meses sin un cambio de actitud, sumados a los años de veto, no me permiten creer que habrá una decisión favorable a la exhibición pública. Me suena que “los consensos” han ratificado la censura de Fuera de Liga, pero nadie quiere ser portador y dar la cara, para dar tan lacerante noticia.
Ojalá esté equivocado y nos den, las instituciones, una sorpresa de la cual nos sentiremos todos orgullosos como nación.
Ante los acontecimientos de éste, “mi quinquenio”, he decidido que no volveré a entrar ni a filmar en el ICAIC. Lo haré el día que Fuera de Liga sea estrenado como el resto de los filmes que en esa entidad se producen. Además, le pido a dicha institución que retire lo antes posible mi ficha de su página-web www.cubacine.cu.
Por amor a ese instituto donde nací, crecí y me acerqué al término cineasta; deseo alejarme del lugar donde se me ha obviado, calumniado, golpeado físicamente y algunos me sonríen y saludan como si nada de esto hubiese pasado.
Creanme que es mi mayor anhelo ser cineasta cubano pero en estas circunstancias, me resulta imposible seguir confiando.
Gracias a los miembros del ICAIC con los que trabajé y sobre todo aprendí, en estos 11 años. Espero comprendan.
Creo que es un deber ineludible de nuestra cultura en el futuro Congreso de la Uneac, intentar revertir lo que implica la frase “Dentro del ICAIC nada, fuera del ICAIC todo”. Me brindo para ayudar en ese empeño, aunque se comenta que no se me permitirá participar en dicho evento -como solicité el 14 de octubre-, por no ser afiliado.
Faltan 48 horas para el comienzo del 29 Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, quinto en el cual no participo ni como espectador ni como cineasta. No entiendo que mal hay en que Fuera de Liga participe junto a otros cientos de audiovisuales. El 29 siempre había sido mi número de suerte. Espero no tener que esperar 29 años para ver mi película en un cine.
No soy solo el realizador de Fuera de Liga. Ya lo demostré antes y lo volveré a demostrar. Nos vemos en la historia.
Ante la cultura cubana, a la espera de una posición digna que parece quimérica y que de manifestarse nos devolvería a más de uno la confianza,
Mis respetos,
Ian Padrón
La Habana, 3 de diciembre de 2007.
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